
Ha sido en esta era de la alta tecnología aplicada a las comunicaciones, que los humanos cada vez estamos menos comunicados, lo que es más grave, cada vez estamos menos comunicados con nosotros mismos.
Se ha convertido en algo extraño el meterse uno dentro de si mismo, la mayoría han olvidado como hacerlo y otros no figuran la posibilidad y es que es dentro de uno mismo de donde procede la verdadera solución de la vida y de sus numerosos “problemas”.
Origen de la meditación
¿Y de dónde viene esta práctica? Es en oriente, en el año 2500 a.C, donde surge el concepto de la “Atención Plena”, en los Sutras Hindúes y Budistas.
Las referencias más antiguas se encuentran en las prácticas del Hinduismo, el Taoísmo, el sufismo, las filosofías yoguicas y en la historia de Sidarta Gautama, conocido como el Buda Shakyamuni, fundador del Budismo, quien fuera un príncipe nacido hace 2500 años en el Nepal actual, y quien tras haber abandonado su palacio y convertido en un asceta, se embarcó en un viaje espiritual que se prolongó por alrededor de 14 años, periodo en el cual recibió las enseñanzas de varios maestros espirituales y aprendió a meditar y a rechazar el placer, aunque después de varios años viviendo como un asceta, se dio cuenta de que renunciar por completo a lo placentero resultaba tan contraproducente como vivir ostentosamente, tal y como él había hecho durante años.

Así, el Buda fue refinando y difundiendo sus enseñanzas, que con el tiempo se convirtieron en prácticas meditativas y monásticas.
Es durante los alocados años 60, cuando las personas interesadas en el Yoga y la meditación comenzaron a viajar a diferentes países orientales, destacando entre ellos The Beatles, quienes en febrero de 1968, viajaron al norte de la India, para asistir a una sesión de entrenamiento avanzado de Meditación Trascendental, en el ashram de Maharishi Mahesh Yogi
El interés de The Beatles en el Maharishi y el hecho de que empezaron a integrar en sus creaciones artísticas todo lo que habían aprendido de las filosofías orientales, cambió la percepción occidental sobre la espiritualidad oriental, incluso esto estimuló a su vez, a que numerosos gurús, yoguis y maestros zen que deseaban transmitir sus enseñanzas viajaran a occidente y es así como se difunde masivamente la práctica de la meditación y el Yoga, proponiéndose como la panacea ideal para lidiar con todos nuestros trastornos derivados de lo que malamente llamamos “la vida moderna”.
Hasta la década de los setenta, la meditación siempre estuvo relacionada a la practica religioso-espiritual, pero gracias al trabajo de investigación de médicos, psiquiatras y psicólogos como el norteamericano Jon Kabat-Zinn, la meditación también empezó a emplearse con resultados muy positivos en los tratamientos de pacientes con estrés, ansiedad o depresión.
Mindfulness
Surgió así, un nuevo sistema de meditación que hoy conocemos como “Mindfulness”. El propio Jon Kabat-Zinn, su creador, lo define como “La acción de prestar atención de forma intencionada al momento presente y sin juzgar”.

¿Qué es el Mindfulness?
El Mindfulness es una disciplina, muy alejada de toda vinculación religioso-espiritual, que se basa en el método científico, es decir, en la observación sistemática, la medición y la experimentación.
Aunque pensábamos que la tecnología nos simplificaría la existencia, en realidad constituye la nueva amenaza a la que nos enfrentamos en el siglo XXI, estudios recientes muestran que cada vez son más las personas que utilizan sus móviles y tablets en la cama, mientras se duchan y en otras circunstancias en las que antes no solía estar presente la tecnología.
Esta nueva visión de la meditación ha facilitado una mejor y mayor comprensión, y ha sido clave para su expansión en todos los sectores de la sociedad occidental.
¿Significado de la meditación?
Edgar Gayce, autor del libro “La Meditación, Un paso más allá” nos da la siguiente definición:
“La meditación es sintonizarse en sí mismo con la conciencia de Dios. La meditación es cerrar la entrada durante determinado periodo de tiempo todos los días a las numerosas cosas que exigen constantemente nuestra atención. Es el apaciguamiento de la mente y su cierre al tumulto del mundo diario. Es escuchar las constestaciones de Dios a nuestras oraciones. Es el despertar de una parte de nosotros que ha estado dormida durante largo, muy largo tiempo.”
De manera abreviada, solo diremos que para las mentes más abiertas, la meditación es una práctica milenaria que permite dominar la mente y al mismo tiempo alcanzar un estado de conciencia plena. Para las mentes más racionales, diremos que la meditación es una técnica que reduce el estrés y aumenta el bienestar general.
Beneficios de la meditación
A continuación, te enumeramos algunas bondades de la meditación, conocerlas te harán querer empezar en cuanto antes a meditar

Aumenta la atención y la concentración.
Meditar incrementa nuestra capacidad para estar atentos y nos ayuda a centrarnos durante más tiempo en una tarea.
Fortalece el sistema inmunológico.
La práctica de la meditación reduce el estrés y nuestros niveles de cortisol en sangre, también eleva nuestro número de leucocitos y linfocitos, que son las células de la sangre que ayudan a luchar contra los virus y las bacterias.
Mejora nuestra resilencia.
Las personas que meditan toleran mejor los cambios y soportan mejor el dolor, porque las áreas de sus cerebros que responden a estos estímulos se muestran menos activas.
Es Relajante.
Estudios recientes han podido comprobar que la amígdala, el conjunto de neuronas responsable de la gestión del miedo, la ansiedad y el estrés, es más pequeño entre las personas que practican la meditación con regularidad, lo cual provoca una notable reducción de los niveles de estrés.
Reduce la posibilidad de sufrir un ataque cardíaco.
Se ha descubierto que los enfermos cardíacos que practican meditación con regularidad sufren la mitad de accidentes cerebrovasculares que aquellos que no la practican. Además la meditación reduce la hipertensión y los niveles de colesterol.
Evita el envejecimiento prematuro.
Los practicantes regulares muestran un mayor nivel de la enzima telomerasa, la cual es encargada del mantenimiento de los cromosomas los denominados telómeros, lo que redunda en un retraso del envejecimiento celular.
Mejora tu autocontrol.
La meditación ayuda en el manejo y gestión de emociones y sentimientos negativos. Los practicantes regulares tienen una mayor capacidad para encontrar el equilibrio y mantener la calma en situaciones de estrés.
Potencia la creatividad.
La meditación genera claridad mental y emocional, despeja la mente y mejora la capacidad de concentración, Por lo que los procesos creativos fluyen con facilidad.
Aromaterapia y meditación
La aromaterapia es una gran aliada para la meditación, por sus efectos terapéuticos y emocionales nos ayuda a relajarnos y estimula nuestro lado más espiritual. De hecho, si te cuesta trabajo relajarte y tienes problemas para concentrarte, utilizando aceites esenciales como el sándalo, podrás centrar tu mente para la meditación con mucha más facilidad.
A través del sentido del olfato se estimulan áreas importantes del cerebro.
Aquí es donde se almacenan las emociones, la memoria y el aprendizaje, Un aroma puede influir en el estado anímico de una persona y proporcionarle calma, alegría y claridad de ideas.
Con la simple acción de inhalar, numerosas moléculas de la esencia son transportadas a nuestro cerebro por medio de las múltiples fibras nerviosas hasta alcanzar las centrales de control del cerebro (sistema límbico), aquí mismo es donde un aroma puede generar una reacción psicológica o fisiológica, creando cambios en el comportamiento
El modo de uso más recomendable para adentrarse en los aceites esenciales y aromas es mediante su volatilización por el aire de la habitación en que vayamos a meditar, utilizando un difusor.
Aceites esenciales para meditar
Existen muchos aceites esenciales y muchas combinaciones para meditar, en esta ocasión, mostraré solo los más aplicados para meditar:

Incienso:
Es la fragancia sagrada por excelencia, ayuda a conectar con el mundo espiritual.
Sándalo:
Es el aceite sanador de las heridas emocionales y espirituales, pues ayuda a abrir el corazón y a recuperar la confianza perdida.
Palo Santo:
Es el aceite perfecto para combatir el estrés ya que relaja la mente y ayuda a dejarnos llevar. La madera de bursera graveolens se considera sagrada desde los tiempos de los incas, cuyos sacerdotes la usaban para espantar a los malos espíritus.
Salvia:
Es el aceite purificador del ambiente por excelencia. Se trata de un aceite esencial perfecto para preparar el espacio de meditación, pues equilibra las energías.
Mirra:
Esta sustancia resinosa nos acompaña desde la Antigüedad por su intenso aroma, ya que trae paz y abre nuestro lado más espiritual.
Madera de Cedro:
Este aceite ayuda a mejorar nuestro enfoque interior. Ayuda a iluminar tu necesidad de meditación y a regresar a tu camino espiritual cuando los obstáculos lo han hecho difícil.
Vetiver:
Este aceite puede ser especialmente beneficioso si tienes una tendencia a la dispersión y a perder la concentración en la meditación.
Neroli:
Potente fragancia floral que puede ayudarte a ser más autosuficiente, a enfrentar tus miedos y a aceptar el trabajo que necesitas hacer por ti mismo.
Rosa:
Es la fragancia del amor, este aceite romántico y sensual abre el corazón para recibir amor, particularmente el amor propio. Provoca una conexión mucho más profunda con el mundo espiritual, es sensual y transformador. Inspira la creatividad, particularmente en lo que se refiere a una práctica espiritual intensa.
Espero que pronto te animes a mejorar tu meditación gracias a la aromaterapia.
¿Cómo meditar en siete pasos?
Sigue estos sencillos pasos para hacer tu primera meditación guiada, si te diciplinas a hacer esto a diario empezaras a ver todos los beneficios

- Primero, ponte ropa cómoda.
- Después, busca un lugar tranquilo, libre de interferencias, ruidos u olores que te resulten desagradables.
- Ahora, siéntate de manera correcta, que no tengas dolor o molestias en tu cuerpo.
- Céntrate en un objeto de meditación, como podría ser tu respiración o una meditación guiada.
- Acepta los pensamientos que surgen, respira, suéltalos y sigue adelante.
- Aumenta tu tiempo de meditación de forma progresiva, inicia con 5 minutos al día.
- Añádelo a tu rutina diaria, fija lugar y hora.
¡Listo! ¡Ya estas meditando!